La historia de cómo un botón puede cambiarlo todo.
(Lilia Villafuerte para Café Taipá)
El 21 de Abril de Facebook presentó en sociedad el rediseño de su aplicación relacionada con un nuevo modelo de datos que afectaría directamente a nuestro caminito privado por Internet. Mucha agua ha corrido desde entonces y miles de sitios web instalan los nuevos plugins (conexiones) “sociales” cada día, dejando en el dominio público nuestras decisiones de empatía sobre los contenidos, pero también como propiedad de las empresas.
Como usuarios tenemos un ID (número de identificación) que permite al sistema saber quién es quién y lo podemos ver en una dirección como ésta: https://graph.facebook.com/miltonvela ; así, una empresa puede acceder a los datos que hemos decidido que sean públicos. Hasta hace poco, el dominio de aquello que nos atraía como contenido se quedaba dentro del propio Facebook; sin embargo, el potencial de conocer lo que nos interesa realmente en Internet tiene una fuerza mucho mayor que simplemente calcular a través de tiempos visitas y enlaces aquello que puede ser más popular en la red. ¿Por qué?, Pues se puede centralizar en una sola plataforma el total de interacciones de los usuarios y categorizar un versión simplificada de los sentimientos hacia determinado contenido.
Cómo sacarle partido al botoncito “like” más allá de una simple recomendación en el muro de nuestros usuarios.
1. Implementación: Decidimos que ponemos el botón “Like” en nuestra web y dejamos que trabaje sólo. Si tomamos sólo este camino, nuestros usuarios podrán recomendar nuestra web en sus perfiles de Facebook. ¡Sí, publicidad gratuita!. Pero es mucho más beneficioso construir nuestra propia aplicación para poder a) guardar el ID de nuestro usuario, y con ello b) haremos una pregunta al API (aplicación) sobre los datos básicos de nuestros visitantes.
2. Guardando la data: Una vez retenida esta información básica de nuestros usuarios podemos insertarla y comunicarla con nuestra base de datos de productos, noticias, contenidos multimedia, etc.
Imaginemos el siguiente escenario:
Que yo, Lilia, estoy interesada en las gafas RayBan por encima de los 210$. Antes sólo podías saber gracias a las estadísticas de tu website cosas como : tiempo en la web, lugares visitados, navegador, tiempo de rebote, etc. Sin embargo, existía una posibilidad muy grande que haya terminado en esta parte de tu web porque me gustaban las baratas pero ni idea de cómo llegé a las caras. Es verdad que podemos hacer deducciones a partir de los datos que nos puede arrojar por ejemplo Google Analytics, sin embargo gracias a la pregunta directa a Facebook sabes.
Que soy mujer ( o al menos digo q lo soy ), estoy soltera y disponible ( parece una tontería, pero la de cosas que me puedes vender), tengo 590 amigos ( por lo tanto no soy tan tímida ), que soy geminis, me gustan las pelis independientes, y son fanática de la comida peruana. Y efectivamente me gustan esas gafas, porque he dicho que me gustan y lo he gritado en mi muro. Ahora sabes más de mi que mi propia madre.
3. Gestionando la data: Imaginemos además que hemos sido muy listos y este producto que he visitado y he dicho... “hey esto me gusta!”, lo hemos categorizado en nuestra propia base de datos como: gafas de sol, redondas, sexys, marco negro, precio y si me pongo más exquisita ciertas etiquetas relacionadas con lo que puede significar uno u otro producto de acuerdo a temas sociales , emocionales o de estatus ( pero eso mejor en otro café).
¡Wow, y adivina qué! ¡Soy geminis y lo sabías! Y claro ya viene mi cumpleaños, sólo hace 15 días te dije que me gustaban esas gafas y por este lado del mundo ya casi es verano. No pierdas la oportunidad, envíame un mensaje “personalizado” (programadores hay para todo) y proponme una oferta, un regalo o algo más barato parecido a lo que me gustó. Entonces, hay una posibilidad muy grande de que, si pueda, las compre. Además, si no fuiste pesado, agotador con muchos mails, te recomendaré a mis amigas o, mejor aún, me tomaré una foto con ellas. Nunca pensaste que fuera posible, pero ahora tienes esa posibilidad.
Un poquito más allá
Lamentablemente, Facebook no ha sido demasiado delicado en su guerra por desbancar la era Google y crear la propia en Internet. Ha violentando el derecho de la privacidad de cientos de millones de usuarios -lo sé, soné apocalíptica- , obligándonos a exponer nuestro caminito en Internet dejando activado por defecto la opción de permitir que los demás se enteren de los cambios de nuestras preferencias, razón por la que ahora en Internet más de uno se pregunta "Cómo puedo borrar mi cuenta de Facebook" , generando voces de alarma sobre todo en temas de libertad digital .
Frente a estas protestas, Facebook tuvo que retroceder cambiando algunos detalles en su política de protección de datos. Y es que, aunque sólo es una manita con el dedo pulgar arriba, esta nueva funcionalidad implica que la navegación se hace desde su red, llevando y aumentando el tráfico a las webs que se conectan a través de su aplicación.
Se puede aprovechar esa circularidad que sólo se puede dar cuando se comparte un link en el perfil público y, sobre todo, cuando al decir que me gustan las Ray Ban, las noticias de El País o que soy fan de Lady GaGa, también ayudo a la construcción de mi identidad digital y mi prestigio en mi círculo de amigos. Industrias como la moda, el entretenimiento, y también la política pueden beneficiarse directamente de este nuevo modelo de datos, para la construcción de una comunicación más fuerte, horizontal pero también más persuasiva e inteligente.
Es de vital importancia que tanto comunicadores como público en general sepan las reglas del juego. ¿Recuerdan, cuando tenían esa novia tan pero tan guapa, que la llenaron de mensajitos, la acosaron, la celaron, la buscaban cada día hasta que se cansó y les dijo que necesitaba más aire; y entonces, se quedaron con el recuerdo y la fotito? pues nos puede pasar lo mismo. Hemos de respetar a las personas de quienes manejamos esos datos que tan amablemente y confiadamente nos han depositado.
Volveré con otro café pero esta vez para analizar la Internet como espacio de entretenimiento de masas, y mi personal admiración por los social games. Hasta la próxima.
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