Muy al margen de que muchos vayan por la fiesta y por hacer relaciones públicas -que es totalmente válido, yo no seré la excepción- es obvio que lo primero es lo primero, y en este caso es, saber qué pieza ganó el premio, y aplaudir a la agencia creativa de la noche. Pero esta vez no fue así. Me llamó mucho la atención la pésima organización que mostró RPP, al punto que empezaron con 2 horas de retraso la ceremonia -convocaron a todos a las 9:00 p.m.- y aunque la "hora peruana" puede disculparlo todo, el haber repartido chelas y whisky a la hora exacta, hizo que a las 11:00 p.m., hora en la que salió un San Pedro "bamba" para mencionar a los ganadores, la gente estaba tan enrumbada que lo último que hizo fue prestar atención.
Pero eso no fue lo peor. Nunca se escuchó un sólo comercial de radio. Una fuente de RPP me contó que hubo problemas de audio, y por eso sólo se mencionaron a los ganadores. Y la verdad me parece que un error como éste no debiera repetirse, porque fue tan mala la parte de la entrega de premios -y habría que mencionar la cantidad de categorías desiertas- que el evento se convirtió en el mejor pretexto para juerguar y nada más, que fue lo que finalmente hice.
Este fue el comercial ganador de la noche. Si no recuerdan haberlo escuchado en alguna radio limeña, tal vez sea que uno de los criterios para participar es haber estado por lo menos una vez al aire con el spot y listo. La agencia es CAUSA.
Explorando un poco en la página de RPP y el sitio oficial del Dial de Oro -parece que se inspiraron más en la web que en la realización del evento-, encontré la pieza ganadora, de la cual me guardaré las reservas del caso, y se las dejo a ustedes para que me digan qué les parece. Les recuerdo que el premio para el creativo y un representante del cliente, es un viaje a Cannes, para el festival de publicidad del próximo año.
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